L. A. Metro por RJ Nolan

Título original: L. A. Metro

Autor: RJ Nolan

Tipo: Uber

Género: Romance.

Páginas: 258

Empezamos con un cliché, médicos, ¿más específico? Médicos en una sala de emergencia. Médicos en una sala de emergencia con una jefe de ER odiada, médicos en una sala de emergencia con una jefe de ER odiada a donde llega un médico a la que todos aman… ¿Sigo?

Un poco más neutral mejor ¿No? Tenemos a la Dra. Kimberly Donovan Psiquiatra, quien regresa a la ciudad de los Ángeles para ingresar al área de psiquiatría del hospital L.A metro. Pero, como no, ella no viene sola, sino que llega con toda una maletita cargada de traumas por su pasado, especialmente con su última gran ruptura, que no solo le dejo el corazoncito roto sino que comprometió su «ética» profesional. Que podemos decir de este personaje, pues como siempre: medidas de reina, más alta del promedio, cabello perfecto, rostro angelical etc. etc. Ya saben cómo es, muy carismática ella, excelente profesional, lesbiana salida del closet, cagada del susto por todo y chillona.

«Me alegro de conocerte, doctora Donovan.» La voz de la doctora McKenna era baja y ronca.
Antes de que Kim pudiera responder, su mirada se fijó en los ojos azules más increíbles que había visto. Eran impresionantes. Mientras ella observaba, se convertían en la más sorprendente sombra de plata azulada. Al oír que Philip se aclaraba la garganta, Kim se alejó de aquellos sorprendentes ojos y se esforzó por encontrar su voz.
«Encantada de conocerte, Dra. McKenna,» dijo, finalmente notando que la mujer estaba sosteniendo su mano.

Por el otro lado tenemos a la Dra. Jess McKenna, jefa de ER, odiada por todo el público presente por ser, mezquina, directiva, exigente, controladora… claro como un jefe de sala de emergencias tienen que ser blandengue, taimado, manipulable y desordenado. En fin, esta también es perfecta, extremadamente alta, cabello negro precioso, ojos penetrantes, con la consabida frase de «podría ser una modelo». Lesbiana obviamente, también hasta el techo de traumas e inseguridades solo que esta tiene la decencia de no demostrarlas por ahí, ya saben con su obvia tapadera de niña dura.

Entonces la trama, médico conoce a médico, se atraen inmediatamente, comienzan a pensar la una en la otra, pero por tanto trauma pues algo se les ilumina y deciden no saltar, desde el primer día, la una sobre la otra. Punto para la autora que se tomó el trabajo de desarrollar los personajes bastante bien antes de cualquier cosa, lo que dio la oportunidad para conocer algunos de los traumas que cargaban aunque deja lo mejor para el final. En medio de todo esto está el conflicto por la relación entre los médicos de ER y el área de psiquiatría; los diferentes personajes, los chismes del hospital etc.

Cabe decir que el desarrollo de otros personajes es casi nulo, las interacciones pocas, no pasa nada emocionante en la sala de emergencias o en el área de psiquiatría, hace intentos por poner un par de casos «complejos» pero nada destacable, todo se reduce al mundo de ellas dos, su interacción sus sentimientos y como solucionarlos. Cuando ya aceptan su relación tienen que asumir las consecuencias de trabajar en un ambiente tan cerrado donde todos saben todo y si no lo saben se lo inventan, estudiantes y colegas que interfieren de una manera u otra y un pasado escondido por la Dra. McKenna que amenaza con derrumbar lo que sea que se está construyendo entre las dos doctoras. No hay más argumentos ni mucho desarrollo de ellos.

El silencio reinó durante varios minutos. «No es mi culpa que no tenga una vida y no lo entienda » Karen espetó de repente.
La confusión golpeó en la aparente incongruencia. «¿Quién no tiene una vida o entender qué?»
«La Dra. McKenna,» dijo Karen, su voz teñida de ira.

En conclusión, la autora se toma el trabajo de desarrollar los personajes principales pero se olvida del resto del mundo, a excepción del perro, no hay emociones fuertes ni grandes acontecimientos y cierra con un cliché de proporciones épicas con una frase tan heteronormativa que me provocaba pegarle. O sea si quieren algo complejo y que las haga pensar están en el lugar equivocado y tampoco está lleno de sexo como les gusta. Muy ligerita como para leer en un viaje de metro.

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Resumiendo

• Calificación de 8.7 con 17 revisiones en The Athenaeum.

Breve: Una psiquiatra que cambia de hospital tras una mala relación de pareja es la situación perfecta para que conozca a la jefa del departamento de emergencias de L. A. Metro, que es bastante odiada por el departamento de psicología.

Lo bueno: Se tomó su tiempo con el desarrollo de los personajes, también con mostrar las razones por las que Kim dejo su antiguo trabajo, pero sobre todo fue realista en cuanto a este secreto escondido de Jess, algo que toma tiempo que requiere de tacto que no se desaparece porque llego algo y le dijo que todo estaba bien o porque se enamoró, la vida real no es así y ella lo supo argumentar.

Lo malo: Ya lo dije, este libro se vuelva completamente a los dos personajes principales y se olvida de su contexto, hay pocas cosas significativas más allá de ellas, lleno de clichés, y ese final tan rosa con ese parrafito que parecía una novela hetero…

Calificación: 6.5

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